Mantener la cadena de frío es de vital importancia para asegurar la calidad y propiedades de un producto desde su origen hasta el consumidor final. Las industrias de alimentos y farmacéutica entre muchas otras cuentan con altas exigencias para garantizar a sus clientes la conservación y control de temperaturas de su carga.
Dentro de este contexto es fundamental que se optimicen toda la línea de procesos, incluido el transporte del producto. Para ello la tecnología es un aliado clave.
¿Qué es posible controlar?
Afortunadamente hoy es posible monitorear en línea y contar con alertas de quiebres de temperatura de manera oportuna. El usuario podrá identificar las cámaras, contectar sensores y configurar los rangos de quiebre según sus necesidades. Si se pasan esos rangos, inmediatamente recibe un e-mail de alerta indicando que se produjo un quiebre de temperatura, con información del vehículo específico donde se produjo y archivos descargables todo el detalle.
En complemento, es posible que el gestor de flotas esté informado cuando se detecta alguna anomalía en el vehículo para que pueda atender el caso adecuadamente, antes de que la mercancía se vea afectada.
Este tipo de soluciones apunta a la optimización de tiempo, a tomar decisiones de forma oportuna en cualquier momento y lugar y a ofrecer un transporte de calidad para los clientes finales. Una cadena de frío que ha conservado la temperatura precisa garantiza al consumidor que está comprando el producto con todas sus cualidades originales y que su consumo va a ser totalmente seguro.
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